lunes, 12 de junio de 2017

Asociaciones sensacionales

Estos días está haciendo un gran calor, así que hoy vamos a hablar sobre dicho calor, sobre su opuesta y sobre asociaciones. Podemos sentir principalmente dos tipos de calor, igual que podemos hablar de dos tipos de frío.

Como concepto físico, el calor, es una energía que se manifiesta por un aumento de la temperatura y procede de la transformación de otras energías, causado por la vibración de los átomos y moléculas que forman la materia. El frío no tiene un concepto físico como tal. Se mantiene como un concepto contrario al calor, es decir, la ausencia del mismo.

Si hablamos del calor y del frío como sensaciones físicas, son sensaciones que registra el cuerpo cuando están en un ambiente o tocan algo que tenga una temperatura superior o inferior, respectivamente.


Hay otro tipo de sensaciones asociadas al calor y al frío. Podemos sentir el ''calor humano'' o, por el contrario sentirnos en un ''ambiente frío''. Existe una asociación entre las sensaciones de calidez y frialdad físicas con sensaciones psicológicas, concretamente referidas a las relaciones sociales. Esta asociación ha sido estudiada en diversas investigaciones. Por ello no debería sorprendernos que alguien que se sienta solo o falto de cariño se tome una mayor cantidad de duchas calientes o sienta frío con más facilidad.

El frío no suele ser agradable para nadie y si estamos expuestos al mismo durante mucho tiempo acabaremos entumecidos, doloridos y tiritantes. En cambio, en un ambiente cálido nos sentimos cómodos, aunque nos empezamos a incomodar al llegar a temperaturas altas. Esto también puede llegar a ocurrir en los contextos sociales en los que un exceso de calor puede llegar a agobiarnos o agotarnos.

Una persona también puede parecernos cálida o fría, según como sean las sensaciones que nos transmite cuando interaccionamos con él. Cuando alguien es distante, no está lo suficientemente cerca, ni literal ni metafóricamente, como para transmitirnos calor, por lo que alguien distante es considerado alguien frío. En cambio, una persona cercana, está lo suficientemente cerca, tanto literal como metafóricamente, como para transmitirnos calor, por lo que alguien cercano es considerado alguien cálido.

Esta asociación de sensaciones y palabras también puede ocurrir con otro tipo de percepciones. Por ejemplo, los sabores. ¿Quién no ha hablado nunca sobre lo dulce que es su pareja, sobre lo salado que era el presentador del programa de ayer o sobre lo amargado que está su jefe?

Hablando de frío... ¿A quién no le apetece un dulce helado?

Todos sabemos lo placentero que es saborear algo dulce, asociado a los alimentos con un gran contenido de carbohidratos, principal fuente de energía. Mientras, el sabor amargo suele resultar desagradable, probablemente como un sistema de defensa frente a venenos, pues la mayoría de estos presentan un sabor amargo. A su vez, el salado actúa como un potenciador de sabor, haciendo más sabrosas las comidas.

Pues de la misma manera, una persona dulce es alguien que nos resulta agradable e incluso podríamos decir que nos contagia su energía positiva, una persona amargada es alguien desagradable y que nos llena de odio, nos envenena y una persona salada es aquella capaz de transmitirnos su ''sabrosura''.

Otro ejemplo de estas asociaciones sensacionales es la gama de colores que dividimos en fríos y cálidos.

Existen muchas percepciones que se asocian entre diversos ámbitos debido a la similitud de sensaciones que transmiten. Esto son solo algunos ejemplos de ello pero creo que por hoy, he escrito suficiente.

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