jueves, 30 de mayo de 2013

Y así se enseña...

Hoy, tras un largo tiempo sin escribir me dispongo a, en plena época de exámenes, escribir sobre este sistema de educación tan irracional y absurdo que tenemos.

Para empezar, tenemos los años obligatorios (Primaria y ESO) en los que se aprenden unas poquitas cosas que darás uso en la vida cotidiana, unas que tendrás aprendidas como cultura general, algunas que te explicarán en más profundidad en sucesivos cursos(si los eliges estudiar) y el resto que suele ser como mínimo la mitad, no te servirá apenas de nada ya que o es demasiado general, o tan específico que no lo usarás cuando empieces a especializarte más gracias a las asignaturas que vayas escogiendo.

En Bachillerato, esos dos temidos y arduos años es donde(quienes aspiran a la universidad) se juegan prácticamente todo su futuro profesional. En estos dos años estudiantes se convierten en esclavos de los números(notas) con la finalidad de obtener altas calificaciones gracias a memorizar ochocientos millones de datos que solo utilizarás en un examen y más tarde acabarás olvidando(unos conocimientos más tarde que otros), o quizás en algunos casos aprendiendo para tu futuro.

Sobre los años sucesivos no puedo hablar debido a la inexperiencia que tengo en ellos y los pocos datos que poseo respecto a esta etapa estudiantil.

El sistema de educación es un sistema similar al de una cadena industrial donde cada alumno es una manufactura, cada curso un proceso del montaje y cada profesor un operario que ha de repetir cada año el mismo proceso, creado e impuesto por el estado, sin apenas cambiar nada ni preocuparse o atender a las especialidades que pudiese tener cada alumno.

Típica clase magistral de un colegio o instituto.

Es un sistema nacido en Prusia, probablemente para educar y calmar a las futuras generaciones en busca de la evasión de rebeliones(en la época en la cual surgió este sistema se estaban dando diversas rebeliones y revueltas como las ocurridas en Francia). Así obteniendo productos obedientes, leales y productivos (para el estado, todo sea dicho).
Un sistema que se encarga de dar a todos las mismas oportunidades y a su vez exigir a todos los mismos resultados, pese a ser diferentes en cuanto a capacidades, pensamientos y otros factores, donde un número define a cada alumno.
Un sistema donde los profesores en su gran mayoría dicen luchar por mejorar la calidad de la enseñanza, pero en realidad pocos hacen algo por cambiar el sistema y continúan siendo solo unos operarios más de la cadena de montaje.
Aunque cabe mencionar los profesores que realmente buscan enseñar de verdad, motivar el afán de conocimiento y en algunos casos, cambiar este sistema tan pobre.
Un sistema que se encarga de mermar las ansias de aprendizaje de la mayoría de alumnos, demostrado por el alto porcentaje de alumnos que alegan ''Intenso aburrimiento'' en la mayoría de clases.
Para explicar esto podemos comparar a un niño de 3 años, que suele curiosear y buscar cosas nuevas durante todo el día con un adolescente de 14 años que suele haber perdido casi todo su afán de conocimiento.
Por último mencionar la obligación a la asistencia y a la educación, ya que es tratada como DERECHO, pero en cambio si un niño decide ser autodidacta o recibir la educación en su casa o por particulares, sus padres son acusados y esos pierden la custodia del niño, ya que es obligatoria la asistencia a un centro educativo en edad escolar (6-16 años).

En resumen, es un sistema antiguo, adoctrinador igualitario, igualador, repetitivo, inespecífico, desmoralizador y obligatorio.

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